Cuatro herramientas imprescindibles que toda empresa online debe reunir para aprobar en ciberseguridad
El auge de los hackers se ha convertido en una de las amenazas más preocupantes que viven a día de hoy las empresas que operan a través de internet. El riesgo de sufrir un ciberataque se ha triplicado en la última década, mientras que la suplantación de identidad en la red creció en más de un 450% en 2020. Tampoco la pandemia ayudó precisamente a suavizar este impacto, y es que según la revista especializada Cibersecurity Ventures la piratería informática logró hacerse con más de seis billones de dólares en 2021. La previsión no es precisamente alentadora, puesto que si no se extreman las medidas de seguridad la cifra rebasaría los diez billones de dólares en cuestión de tres años. Ante este panorama, no resulta extraño que las compañías con presencia en internet necesiten reforzar su sistema de seguridad a toda costa. A continuación, las herramientas indispensables para ello.
Un cortafuegos siempre en la base de la pirámide
Uno de los primeros pasos que hay que dar en materia de ciberseguridad es sin duda el de instalar un cortafuegos potente. Su misión es la de impedir que los elementos de carácter maligno accedan a las redes internas de una empresa concreta. Un cortafuegos es un software que se encarga de monitorizar el tráfico entrante y saliente, decidiendo además si este debe tener acceso al sistema o por el contrario ser bloqueado, siempre en función de un criterio de seguridad fijado de antemano. La mayoría de los sistemas operativos trae consigo un cortafuegos. Ahora bien, aunque los piratas experimentados son capaces de hackear una herramienta como esta, lo cierto es que siempre conviene tenerla instalada.
Un antivirus con olfato rastreador
La era de la transformación digital está provocando que los virus informáticos estén cada vez más en un constante proceso de renovación. Algunos de ellos se centran incluso en el ataque a equipos corporativos como los que forman parte de una empresa, por lo que muchas veces conviene combatirlos desde un programa de protección especializado. Ante este tipo de amenazas, las compañías disponen de multitud de antivirus profesionales que se encargan de detectar y eliminar el software malicioso que trata de corromper el sistema.
La misión de un antivirus tradicional pasa por analizar regularmente uno a uno todos los archivos que integran un equipo concreto, identificar en ellos patrones sospechosos y eliminarlos en el caso de que supongan una amenaza. Los negocios online consiguen de este modo reducir el riesgo de sufrir el ataque de troyanos, gusanos informáticos, spyware o ransomware, entre otros. Para elegir el antivirus más adecuado conviene estudiar antes los rankings que establecen las revistas especializadas.
Cifrado de datos
Una de las actividades más frecuentes que las empresas llevan a cabo en internet es la gestión diaria de los miles de datos personales de sus clientes. El manejo constante de números de cuenta, claves privadas, documentos de identificación y demás información sensible exige una protección específica que permita mantenerlos a salvo de la piratería informática. Es ahí donde entra en juego la importancia de un buen cifrado de datos que evite que estos queden expuestos ante terceras personas.
El denominado protocolo de seguridad SSL (Secure Sockets Layer) es a día de hoy la tecnología más avanzada que existe en este sentido, teniendo en cuenta además que los grandes entornos de internet especializados en el tratamiento de datos, como pueden ser las entidades bancarias, el comercio electrónico o las plataformas de juegos de azar, hacen uso de ella para encriptar el contenido que viaja desde la web hasta el servidor. De hecho, tanto los bancos online como cualquier ecommerce o app casino dinero real que acostumbre a realizar una gran cantidad de transacciones económicas al cabo del día -en las cuales hay implicados multitud de datos personales- recurren a este protocolo frente a la amenaza incesante de los hackers. Se trata de un software que incorpora un algoritmo cuyo cometido es el de generar contraseñas aleatorias de 128 bits de tamaño para proteger la información comprometedora de los usuarios, evitando de este modo que se produzcan suplantaciones de identidad y otros fraudes similares. La industria del juego se ha encargado de consolidar este sistema SSL con el paso de los años y son ahora las empresas las que disfrutan de las garantías de éxito que ofrece.
Hackear el sistema desde dentro
Por último, sólo resta poner el foco sobre el llamado examen de vulnerabilidades. En este caso, las empresas contratan a equipos especializados en ciberseguridad cuya labor pasa por buscar en el sistema aquellos puntos vulnerables que puedan comprometer la actividad online. Estos profesionales llevan a cabo los mismos métodos que usa la piratería informática, pero con el objetivo de detectar y corregir aquellos fallos de software que abran la puerta a los ataques maliciosos.