El squalane: una perla natural dentro de la cosmética moderna
La palabra nutrición, considerada en un sentido amplio, no se reduce a aquellos alimentos que forman parte de nuestra rutina alimenticia. Si decidimos sumar o no frutas y verduras a la ingesta diaria. Esa es una arista del tema. La otra, desde una concepción holística, supone la consideración de pensarnos como un todo, y en ese sentido, importa cómo nutrimos nuestro cuerpo, nuestros pensamientos y nuestras emociones.
Pensar al ser humano como un todo, lleva anudada la idea de que, sobre cada acción o movimiento que ejecutemos a conciencia, habrá una respuesta como en efecto dominó, que terminará impactando en el resto.
Es decir, no será lo mismo mantener una vida sedentaria, que activa y en movimiento. No dará lo mismo alimentar nuestro cuerpo con productos naturales, que proveerle congelados y procesados. No impactará del mismo modo la incorporación de información que permita el desarrollo personal que aquella tendiente a generar comparaciones.
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Equilibrio entre cuerpo, mente y emociones
Lograr el balance entre estos tres aspectos es una tarea importante y compleja. Una adecuada alimentación, es decir, la incorporación de una dieta equilibrada y rica en nutrientes, no solo mejora nuestra salud física, sino que impacta directamente en nuestra salud mental, ayudándonos a reducir el estrés y mejorando el estado de ánimo.
A su vez, una mente tranquila, y tendiente a generar pensamientos positivos, impulsa la toma de mejores decisiones en relación a nosotros y a nuestro entorno social. Las cuales regresan como beneficio a nuestro cuerpo; creando un ciclo virtuoso de bienestar.
Ahora, cuando dicho equilibrio no se produce, o se ve alterado por alguna circunstancia provisoria o permanente, podemos llegar a experimentar síntomas en alguna de estas áreas que, en cascada, impactan sobre el resto: estrés, falta de energía, enfermedades psicosomáticas, ansiedad, relaciones afectadas, etc.
La salida es por el mismo camino
Del mismo modo que un desajuste inicial termina impactando en el resto del sistema. La vuelta al equilibrio es por el mismo camino. Es decir, identificar aquel aspecto, circunstancia, idea, o pensamiento que haya desencadenado alguna emoción o comportamiento diferente, permitirá, al trabajarlo, volver a recuperar el equilibrio perdido.
Equilibrio por el que trabajamos a diario tomando determinadas decisiones y descartando otras, haciendo determinadas elecciones, priorizándonos, pensando más a largo plazo que en la satisfacción y gratificación inmediata. Porque cuidarnos, mirarnos y pensarnos es un trabajo diario.
Desde hace ya varios años, existe cada vez con mayor relevancia el anhelo de mantener un estilo de vida más consciente y saludable. En este sentido, optar por alimentos orgánicos, es una forma de reducir la exposición a sustancias nocivas y garantizar que aquello que incorporamos a nuestro cuerpo proviene de fuentes que respetan tanto nuestra salud como el entorno en general.
Pero esta toma de conciencia cada vez más amplia no se circunscribe a la comida. De a poco, va ganando terreno sobre otros aspectos de nuestra vida; incluidos los productos que las mujeres usamos para el cuidado del cuerpo y la piel.
Belleza más allá de la superficie
Así como nos preocupamos por lo que comemos y llevamos a nuestro cuerpo, también es crucial considerar lo que aplicamos sobre nuestra piel. ¿Por qué? Porque es nuestro órgano más grande, y lo que apoyamos sobre su superficie, lo absorbemos hacia el interior.
Es por este mismo motivo que, muchas mujeres, siguiendo con coherencia esta ideología, están optando por el uso de productos más naturales.
Se puede observar el traspaso de considerar el cuidado de la piel como una simple rutina estética, a considerarla un ritual consciente de autocuidado. Las mujeres ahora, no solo buscan productos que sean eficaces al aplicarlos, sino también, estén formulados con ingredientes seguros y naturales. Ingredientes que respeten su salud y el medio ambiente de donde son extraídos.
El squalane es el héroe de la belleza natural. Porque, así como los héroes ganan popularidad por sus habilidades, el squalane ha ganado popularidad en el mundo de la cosmética por sus propiedades excepcionales.
Este compuesto natural, originalmente obtenido del aceite de hígado de tiburón, hoy en día se extrae de fuentes vegetales como el aceite de oliva, alineándose a la perfección con la demanda de productos más sostenibles y éticos.
Este ingrediente es valorado por su capacidad para hidratar a profundidad la piel, mejorar su elasticidad y protegerla de los daños ambientales; proporcionando una barrera protectora y manteniéndola suave y flexible. Al ser un emoliente ligero que se absorbe rápidamente sin dejar la piel grasa, lo convierte en un componente ideal para cremas, sérums y aceites faciales.
Como es adentro, es afuera
La idea de pensar al ser humano de forma integral, considerándolo en su interacción entre cuerpo, mente y emociones, supone el diálogo permanente entre cada sistema. Y sus continuas influencias. Por eso, la sensación de bienestar estaría dada por la armonía entre lo que consumimos, cómo pensamos y cómo nos cuidamos por dentro y por fuera.