Legalidad y actividad de los grow shops en España

Legalidad y actividad de los grow shops en España

Una tendencia se abre paso en el mundo: cada vez más países legalizan el cultivo y consumo de marihuana. Actualmente, unos 40 países permiten el uso médico del cannabis, un paso que suele preceder a la legalización del consumo recreativo.

En España, no se han producido avances significativos en los últimos años, a pesar de la existencia de varias propuestas legislativas. Ahora bien, en nuestro país no es sancionable el autocultivo para consumo personal, siempre que se realice en el ámbito privado. Es decir, si no hay ánimo de lucro, el cultivo no se puede sancionar.

Esa es la razón por la que la compraventa de semillas de marihuana sea legal, y el motivo por el que existen tantos grow shops que ponen a disposición del consumidor todo el instrumental necesario para cuidar sus propias plantas de cannabis sativa: semillas, kits, fertilizantes, lámparas o armarios de cultivo son imprescindibles para una buena producción doméstica.

Por suerte para los consumidores, con estos kits de cultivo interior está asegurada una cosecha para el autoconsumo suficiente y de calidad. Los kits de cultivo interior sirven para imitar las condiciones de la naturaleza, ajustando esas condiciones a las necesidades de las plantas en cada momento, aumentando su rendimiento. Los grow shops han facilitado el cultivo acercando al consumidor todo tipo de herramientas y artilugios, como puedes comprobar aquí.

Los avances legislativos en el mundo

Aunque en España la legislación sigue inamovible, lo cierto es que en muchos países se están produciendo avances significativos tendentes a la despenalización del cultivo y el consumo de cannabis. En los últimos años, destaca el caso de Uruguay, que en 2013 aprobó una legislación pionera por la que el Estado asumió el control de la producción, comercialización y distribución de la marihuana. Otros países han optado por legalizaciones bajo modelos diferentes. Es el caso de Sudáfrica o Canadá. En Estados Unidos, Colorado y Washington permiten la producción, venta y posesión de la planta.

México ha sido uno de los últimos en sumarse a la lista. Los diputados aprobaron su legalización el pasado mes de julio, más de dos años después de que la Corte Suprema dictaminara que la prohibición de la marihuana recreativa en el país era inconstitucional y más de tres años después de que el país legalizara el cannabis medicinal.

Se trata de una tendencia que viene en buena medida auspiciada por la histórica decisión adoptada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), de retirar el cannabis de los tratados de control de drogas de la Organización de Naciones Unidas (ONU). Después de 60 años de rechazo y persecución contra el cannabis, tres años de revisión científica y dos años de discusiones diplomáticas, el 2 de diciembre de 2020, la ONU abrió la puerta al reconocimiento medicinal y terapéutico del cannabis y su resina al retirarlas de la lista IV de la Convención sobre drogas de 1961, un espacio reservado para las sustancias más perjudiciales para la salud al que había ido a parar sin ninguna evaluación científica. Era, simplemente, el fruto de una legislación internacional sobre drogas anclada en la década de los 50.

¿Y España?

En España algunos partidos llevan años planteando ambiciosos cambios de regulación. El objetivo de estas propuestas legislativas es la legalización del uso medicinal y recreativo. Tal y como se ha demostrado con las nuevas normativas, regular el cultivo, distribución y consumo de la marihuana conlleva el beneficio implícito de acabar con una fuente de ingresos de organizaciones criminales que hoy en día operan en el mercado.

Sin embargo, la primera propuesta legislativa para regular el cannabis, presentada por Más País, cayó en el Congreso de los Diputados el pasado mes de octubre. Aún deberán discutirse otras dos propuestas en los próximos meses.

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