Las fórmulas lácteas para bebé: datos para elegir la mejor

Las fórmulas lácteas para bebé: datos para elegir la mejor

Las fórmulas para bebés son un complemento alimenticio esencial para atender los requerimientos del recién nacido, que si bien no suplen a la leche materna, sí contribuyen a satisfacer sus necesidades nutricionales básicas, y a crecer más fuertes y saludables. Elegir la más adecuada depende de muchos factores, que siempre es bueno tener en cuenta, y que debes conocer para seleccionar siempre la mejor.

Los bebés requieren una alimentación muy especial por cuanto están en pleno crecimiento y sus cuerpos necesitan los nutrientes necesarios para desarrollarse fuertes y naturales. 

En esencia la leche materna permite cubrir satisfactoriamente todos los requerimientos, además de aportar los anticuerpos necesarios para protegerlos de las enfermedades, pero siempre es recomendable completar con alguna fórmula que proporcione componentes adicionales que ayuden a su sano crecimiento, o bien, que de forma obligatoria deban utilizarse cuando la madre por fuerza mayor no puede amamantar.

El bebé debe consumir exclusivamente leche materna hasta sus primeros 6 meses, según recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), tras lo cual sí se puede completar con alguna fórmula especial para alternarla hasta por lo menos los dos años de edad, cuando finalmente la lactancia materna se puede suprimir por completo.

En ocasiones el bebé puede presentar algunas condiciones especiales que lo hagan intolerante a la lactosa, por lo que se debe optar por una formula sin lactosa para bebes, con el fin de tratar que el niño no sufra tanto malestar.

En ocasiones la intolerancia a la lactosa puede presentarse como un efecto secundario de un proceso viral, por lo que tras pasarlo y recuperarse la flora intestinal, el bebé recuperará su condición sana de siempre. Lo cierto es que, sea cual sea el caso, siempre debe evaluarse el problema con el pediatra, para poder encontrar la mejor solución y utilizar una buena fórmula alternativa sin lactosa.

¿Cómo elegir la mejor fórmula?

Para seleccionar la mejor fórmula de bebé, incluyendo aquella sin lactosa si fuera el caso, se debe  tener en consideración una serie de factores esenciales que pueden ayudar a elegir la que más convenga y sea de mejor provecho para el niño.

Primeramente hay que saber que los tipos de fórmulas se diseñan para que acompañen al bebé en sus distintas etapas de crecimiento, con ingredientes o componentes que pueden variar de acuerdo a lo que especialmente necesiten. 

Por ejemplo, las de tipo 1, que se administran entre 0 y 3 meses, están enriquecidas con oligosacáridos, ácidos grasos de cadena larga, nucleótidos y prebióticos o probióticos, esenciales para el fortalecimiento del niño; mientras que las de tipo 2, que se pueden dar a partir desde los 3 meses, vienen con esos complementos además de hierro, por cuanto es lo que necesita el niño a partir de esa edad.

También están las que son formuladas a partir de leche de vaca y las que no, siendo las primeras las más habituales, ya que abarcan el 80% de las que se fabrican; mientras que el 20% restante se elabora a partir de soja y de otros componentes sustitutos de la leche de vaca, especialmente diseñadas para administrar a bebés con intolerancia a la lactosa.

Fórmulas de todo tipo

De igual manera, hay leches artificiales como las formuladas especialmente para atender diversos trastornos metabólicos, como las antiregurgitación, hidrolizadas, para prematuros o bebés de bajo peso, y las ya mencionadas sin lactosa.

Cada fórmula aporta componentes distintos, de acuerdo a las necesidades especiales de cada bebé, que previamente deben ser detectadas por el pediatra, quien evaluará cada caso y recomendará cuál puede ser la fórmula más adecuada para su salud. Es sumamente importante consultar siempre con el médico para seleccionar aquella que se le puede administrar al bebé, nunca se debe hacer sin haberlo evaluado previamente con el profesional.

En conclusión, un bebé debe ser alimentado exclusivamente con leche materna hasta los 6 primeros meses de vida, tras lo cual sí se puede alternar con leche formulada hasta los 2 años de edad, cuando se podría suspender definitivamente la lactancia materna para que siga consumiendo solo leche de vaca.

Eso sí, toda fórmula administrada debe ser previamente consultada con el pediatra, eso es imprescindible para garantizar que sea la indicada, evitar que le pueda sentar mal y que más bien favorezca el sano crecimiento del bebé.

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